Eduardo Gotuzzo, Julio Cachay y Ernesto Bustamante y hasta el excandidato presidencial Julio Guzmán se suman a los severos cuestionamientos de la Defensoría del Pueblo por la ausencia de un plan efectivo

A poco más de cinco meses del estado de emergencia nacional, las críticas al gobierno de Martín Vizcarra se han ido incrementando desde casi todos los sectores de la sociedad por la falta de eficiencia y la ausencia de un plan en las medidas adoptadas contra el COVID-19.
El último martes, la Defensoría del Pueblo hizo eco a estos cuestionamientos, a través de una carta dirigida al presidente de la República, en la que enfatizó la necesidad de un cambio en la estrategia gubernamental, no solo sanitaria sino integral.
“En esta devastadora coyuntura, es inexcusable que, usted sr. Presidente, quien personifica a la Nación, cumpla con reenfocar la estrategia de lucha contra la pandemia y sus efectos colaterales, a fin de colocar como protagonistas a las células básicas de nuestra sociedad”, indica la misiva.
La institución, que encabeza el abogado Walter Gutiérrez recomienda al gobierno central que convoque a todas las organizaciones sociales como las rondas campesinas, las juntas vecinales, los comités del Vaso de Leche, entre otros, para encontrar soluciones y enfrentar los embates de la pandemia.
Con 26 mil muertes oficiales a causa de esta enfermedad, según un cálculo del Minsa que no toma en cuenta el subregistro de casi 50 mil decesos, las voces que piden redefinir la estrategia contra el virus alcanza en estos días sus máximos decibeles.
expertos. El médico infectólogo Eduardo Gotuzzo recomendó, por ejemplo, que la estrategia del Comando COVID-19 del Ministerio de Salud (Minsa) tome en cuenta a la participación comunitaria con las iglesias, los clubes sociales y los maestros, entre otros.
“La pandemia no puede ser manejada solamente por el Comando COVID-19- Ellos necesitan administrar los hospitales, las camas, las unidades de cuidados intensivos, pero parar la pandemia es algo más complejo que requiere la colaboración de iglesias, clubes, maestros, alcaldes, con todas las instituciones que sean representativas en cada sitio”, indicó .
Creado a través de la resolución ministerial No. 155-2020 del Minsa, el Comando de Operaciones COVID-19 está liderado por la ministra de Salud, Pilar Mazzetti e integrado por un representante de la Dirección General de Operaciones en Salud del Minsa y otro de Essalud. El Ejército, la FAP y la Policía también tienen un miembro por cada institución, así como uno de las Asociación de Clínicas Particulares.
De otro lado, Gotuzzo señaló que la nueva estrategia del gobierno debe enfocarse en la aplicación de pruebas moleculares, antes que las pruebas serológicas o rápidas, para la detección temprana del virus.
Al respecto, comentó que la aplicación de estos tests “hubiera sido ideal” al inicio de la emergencia sanitaria.
“Sin embargo, nunca es tarde. Siempre las pruebas moleculares serán un poco mejores para atender pacientes en la fase temprana y las pruebas rápidas hay que seguirlas usando para otras condiciones”, precisó.
pruebas. Del mismo modo, el médico infectólogo Julio Cachay enfatizó que el gobierno ha fallado en utilizar las pruebas rápidas antes que las pruebas moleculares.
“Estas pruebas rápidas se tornan positivas luego de diez días de infección. Entonces, no nos permite una detección a tiempo, en cambio las moleculares nos dan justo el diagnóstico de precisión durante los primeros cinco días de la enfermedad”, señaló Cachay.
Además, indicó que no se ha reforzado el aislamiento domiciliario para las personas infectadas y tampoco se ha tomado en cuenta las condiciones sociales del peruano promedio que vive en la informalidad y depende del trabajo en las calles.
“Se deben activar áreas como la Villa Panamericana (Ate), en donde se pueda mantener a estas personas durante 14 días para prevenir que se haga la diseminación del virus”, indicó.
ESTRATEGIA. Por su parte, el expresidente del Instituto Nacional de Salud (INS) Ernesto Bustamante sostuvo que la estrategia del gobierno “es la misma que comenzó a ser aplicada en marzo”.
“(La estrategia) consistió en priorizar casi exclusivamente la prueba serológica por encima de la prueba molecular”, afirmó Bustamante, tras recordar que el entonces ministro de Salud Víctor Zamora fue uno de los responsables “por error o por conveniencia”.
Sostuvo, además, que el uso prevalente de las pruebas de anticuerpos (rápidas) es uno de los principales errores del gobierno.
“Por eso es que no podemos parar la cadena de contagios. Por eso la estrategia debe estar en la identificación temprana antes de que siga contagiando más. Con la prueba rápida, el virus se detecta tarde”, aseveró.
Esta estrategia no ha cambiado, asegura. “Lo que debería hacer el gobierno ahora es emplear masivamente y prioritariamente las pruebas moleculares para identificar tempranamente a los infectados”, añadió
MENSAJE. Pero las acciones en la lucha contra el COVID-19 también muestran un déficit en el aspecto comunicacional, según el experto en comunicación política Enzo Elguera.
“La estrategia del Ejecutivo está equivocada (…). Desde los últimos dos meses, en las presentaciones del presidente o, peor aún, en la de los otros ministerios. En cada cartera, se hace notoria la ausencia de coordinación y de unificación no solo de criterios sino de comunicación interna”, argumentó.
En esa línea, refirió que los mensajes que da el gobierno son poco efectivos ante la población para prevenir el contagio del COVID-19.